viernes, 13 de abril de 2007

Masaje en el suelo

Resulta más fácil practicar el masaje sobre una mesa. Pero no se preocupe; si no la
tiene, puede aplicarlo muy bien trabajando en el suelo. Resulta un poco más incómodo y cansador, pero si lo hace en la forma adecuada reducirá al mínimo estas molestias.
Primero una palabra de advertencia respecto de las camas. Uselas para dormir o para:
cualquier otra cosa, pero no intente dar un masaje en una de ellas. Son demasiado blandas como para proporcionar el apoyo que necesite cuando quiera ejercer presión. Intente apoyarse con fuerza sobre alguien que esté recostado sobre una cama y verá cómo lo único que consigue es hundirlo en el colchón. Los de agua son la excepción a causa del sostén.firme y adecuado que proporcionan. De ordinario, sin embargo, una cama es el peor lugar que puede elegir para aplicar pn masaje. Consiga una mesa o encuentre la manera de trabajar cÓmodamente en el suelo.
En esta última situación, lo más importante es cerciorarse de que se cuenta con un
acolchamiento suficiente. Un colchón de espuma, de unos 3 a 5 centímetros de espesor, es suficiente. Sin embargo, deberá ser más largo y ancho que el espacio que ocupará el sujeto que recibe el masaje, es decir, 2,10 m por 1,20 o más. Én muchos momentos usted mismo nece:;itará un acolchamiento para sus rodillas. Algunos toques exigen que se arrodille muy cerca de la persona, y, si no tiene algo debajo en esos momentos, terminará siendo usted quien realmente necesite Uft masaje. Si el colchón de espuma es demasiado angosto, use cualquier cojín adicional que le resulte cómodo.
Dos o tres sacos de dormir pueden también ser útiles. Incluso algunas mantas gruesas
darían buenos resultados. Descorra el cierre de los sacos y extiéndalos a todo lo ancho. Un colchón, de una pieza,colocado en el suelo, presta el mismo servicio
aunque su espesor lo hace incómodo. Es preferible usar uno delgado.
Cualquiera que sea el tipo de acolchamiento que esté utilizando -espuma, sacos de
dormir, mantas, etc.-, cúbralos con una sábana limpia en cada sesión.
Cuando se trabaja en el suelo, surge a veces un problema secundario: tarde o temprano
va a volcar un frasco y derramar aceite. Si usa un frasco de gollete estrecho, perderá muy poca cantidad. Al mismo tiempo, es conveniente tomar ciertas precauciones para evitar las manchas de aceite sobre la alfombra, el suelo, etc. La mejor medida preventiva consiste en adquirir un trozo de material plástico, colocarlo sobre aquello que desea proteger y luego poner encima la sábana. La primera vez que use el plástico coja una cinta adhesiva y coloque una "X" sobre la cara superior. Cuando lo pliegue para guardarlo, asegúrese de que el lado de la "X" quede doblado sobre sí mismo, sin ningún contacto con el reverso. Esto le impedirá poner, en alguna ocasión, la parte aceitada sobre lo que desea proteger.
Las técnicas de masaje, cuando se trabaja en el suelo, difieren muy poco de las que se aplican sobre una mesa. Cada vez que sea necesario practicar algunos toques de manera distinta, lo indicaré en la sección de instrucciones. Sin embargo, agregaré aquí dos consejos de tipo general. Dé siempre un masaje más breve cuando esté trabajando en el suelo. Doble la espalda lo menos posible durante la sesión. Lo que, en otras palabras, quiere decir: fíjese bien dónde y cómo se sienta o se arrodilla, procurando todo el tiempo adoptar la postura más cómoda. De esa manera, su masaje será mejor y disfrutará infinitamente más al aplicarlo.
Un último comentario. Nada mejora tanto el masaje como el fuego de una chimenea
próxima.

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